sábado, 5 de abril de 2008

APORTE DE NUESTRO COLABORADOR ALMENDRAL (CONTINUACIÓN)

El episodio nos lleva a recordar la enseñanza de la Música en nuestra época liceana. Por lo que relata Rodrigo y lo que conocemos de Enrique Chicano, se trata de una época en que la Enseñanza Musical era el “pariente pobre” de un currículo denominado Humanidades. Las “corcheas” y “fusas” eran un galimatías que se combinaba con aprendizaje de canciones populares. Las promociones de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado conocieron a dos profesores provenientes del mundo de la lírica, don Rafael Lira, y de la ejecución musical, don Leandro Véliz. Ambos, encargados de domeñar a cursos masculinos que veían en la “hora de Música“ un espacio para el jolgorio y la barahúnda. Cantábamos a coro “La batelera” con “arreglos” bien poco edificantes: cuando el verso era “suelta el remo…”, se cambiaba el sustantivo, en forma más que picaresca.
En los primeros años de los setenta llegó Enrique Chicano, proveniente del Conservatorio José Francisco Vergara, quien vivió similares situaciones. Rodrigo recuerda lo que sucedía en la sala de Música, a espaldas del “profe” que tocaba el piano.
Pareciera ser que la situación no es igual en la actualidad, al menos en los resultados, y decimos esto porque desde la primera vez que concurrimos a reuniones de egresados quedamos gratamente sorprendidos con la presentación del Coro del establecimiento. Quisimos conocer más detalles y fuimos a la Avenida Colón, donde pudimos conversar con Ana María Pietrantoni, Profesora de Educación Musical y Directora del Coro. En breves minutos de charla nos dimos cuenta que a la pasión por la música de Rafael Lira, Leandro Véliz y Enrique Chicano se agrega la experticia pedagógica y el ascendiente de una profesional que en catorce años ha llevado al grupo coral a un sitial de prestigio, obteniendo en siete oportunidades el máximo galardón del Concurso Coral CRECER CANTANDO, que organiza anualmente el Teatro Municipal de Santiago. Siendo importantes esos Premios y otros como los tres primeros lugares en Concurso de Categoría Enseñanza Media organizado por la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar, lo notable es que los objetivos perseguidos de “motivar y desarrollar las aptitudes vocales y musicales, en la perspectiva de mejorar la autoestima y el cultivo de valores trascendentales para la vida” se logran plenamente, y ahí están en www.youtube.com los ecos de lo que ha significado para sus vidas el cultivo de la música.
Sin lugar a dudas el hecho que el Liceo, originalmente de Hombres (su himno se inicia hasta ahora con el verso “Liceanos, viriles muchachos...”) haya cumplido algo más de treinta años como coeducacional (en un Liceo que este año festejará su aniversario 146), algo tiene que ver: con las alumnas llegaron las musas cantando “Viva la música”.

ALMENDRAL

DIARIO LA PRENSA. CURICÓ. 02/04/2008


Estimado Almendral, una mínima corrección a tu estupendo artículo: Actualmente el himno del liceo los cantan diciendo: "Liceanos , gentiles muchachos..." tratando de acomodarse a la realidad mixta del liceo actual.

domingo, 23 de marzo de 2008

Saludos desde Madrid a un distinguido Maestro

"Querido Profesor Chicano,
 
En una mañana lluviosa de Semana Santa en Madrid, me he
encontrado con una sorpresa que me ha emocionado: saber
de usted al cabo de tantos años y que se encuentra bien.
Fui alumno suyo en 1969-1970 y recuerdo la alegría desbordante
con que llegaba a darnos clase de música. Siempre nos relataba
historias de Valparaíso y del Cerro Barón, donde usted vivía.
Nadie conocía mejor que usted la historia de los cerros.
Durante muchos años,de aquellos que fueron también mis maestros,
me he preguntado qué sería de usted.Por eso me he alegrado tanto
saber que está bien.
Con mis padres y un hermano dejamos Chile en 1975, para venir a
residir en España. Soy abogado por la Universidad de Madrid,
con postgrados en la Universidad Libre de Bruselas y Doctor en
Derecho por la Universidad de Stanford. Trabajo como asesor
jurídico en un grupo gigante de medios de comunicación con
ramificaciones importantes en Chile (Santillana del Pacífico
y propietario de muchas emisoras radiofónicas). Espero con
ilusión que mi empresa me traslade a Chile.
El año pasado, con motivo del fallecimiento de mi madre,hice un
viaje breve.
Conocí a Paco Borja, del Centro de Ex-alumnos, a través de mi
hermano Oscar.
Nunca pensé que sería a través de Internet como volvería a ver
la cancha donde jugábamos fútbol en el Liceo, o ver la fachada
del antiguo edificio, donde usted nos enseñaba música. Han pasado
muchos años desde aquella época bonita de principios de los
setenta,de cuando al acabar las clases cruzaba el parque Italia
y Pedro Montt para ir a tomar el autobús a Viña.
Me he casado el año pasado con una chica rusa (de Siberia),
a quién esta mañana le contaba con entusiasmo que un miembro
de la cofradía liceana había tenido el gesto de comunicarle
mi recuerdo a usted y darme la oportunidad de escribirle.
Le he dicho "Era mi profesor de música!!".
Me gustaría mucho adquirir un ejemplar de su obra "Tributo
a Valparaíso".
Alguno de mis hermanos residentes en Chile, me hará este favor.
Quizás en agosto (vacaciones en España) viaje a Chile y me
gustaría mucho verle en persona. Tantos años en España y
otros países me han dejado un acento que hace tiempo ya no
es chileno, más bien español (no mucho, por suerte, para no
insultar los oídos musicales de las personas...).
Quedo a la espera de sus noticias y le deseo larga vida con
salud!
También agradezco a la comunidad liceana que haya hecho posible
este reencuentro; aún queda camaradería. La noticia del día
para mí.
Agradezco a Horacio su amabilidad, a mi hermano Oscar por
facilitar el contacto, a Paco Borja por mantener viva la
luz liceana con una página Web muy bien hecha.
Un fuerte abrazo,
 
Rodrigo Bustos